Aprendí un juego,
Hace años aprendí un juego;
En el que tus piezas
Son personas y no legos.
Empieza con un reto
Que tenga un alto nivel de dificultad
Y tú haces tu estrategia
Pensando en las debilidades de tu pieza.
Te colocas una armadura
Construida con hielo y hierro,
Una armadura de peso
A la que estás acostumbrad@.
Tu trofeo es un corazón
Inocente y esperanzador,
Que ciegamente
Ha confiado en vos.
Durante el juego te diviertes,
Es una buena distracción;
Pero cuando el aburrimiento viene
Ya el juego terminó.
Y tú pierdes un poco de ti
Por hacer crecer un poco la armadura;
Pero tu pieza,
Es ella quien sufre más.
Han pasado años
Desde que mi juego cesó,
Nunca fui una pieza
Siempre fui quien jugó.
Pero las secuelas siguen:
Personas que ya no están,
Lágrimas que no pude evitar
Y una armadura que tarda años en derretirse por completo.
No juegues te pido a ti,
Porque aunque seas un gran jugador
En ésta vida llena de cambios
Grandes ganadores pierden a diario.